Inés Casal

    La pequeña historia de mi vecina y su hija

    En la actualidad, los «comités» son una entidad totalmente inútil. Existen muy pocas personas, a nivel de base, que quieran convertirse en dirigentes cederistas. Solo quedan unos cientos o tal vez miles de burócratas y oportunistas que se presentan ante el mundo como parte de la sociedad civil cubana: «defensores de la Patria ante los deseos de Estados Unidos de derrocar al sistema socialista cubano».

    Mi Periodo Especial

    Nunca se ha reconocido un final oficial del Período Especial en Tiempos de Paz. Creo que ha sido, precisamente, porque nunca hemos salido de él. De hecho, aunque con diferentes epítetos eufemísticos, hemos seguido deslizándonos por la pendiente de la pobreza.

    Mi única esperanza

    De nuestra generación, esa que carga con el pecado y la culpa de haber creído, ingenuamente, en un proyecto frustrado, algunos hemos despertado, pero tal vez, efectivamente, demasiado tarde. Ya no tenemos las fuerzas para enfrentarnos ni siquiera a nuestras propias conciencias.

    Yo no cambié mi refrigerador

    El 26 de julio de 1989, en Camagüey, Fidel Castro expresó en su discurso por el aniversario del asalto al Cuartel Moncada: «…y porque...

    La sagrada familia

    Mi familia emigró del centro de la isla hacia La Habana en junio de 1956. Aún recuerdo la primera impresión que tuve de la...

    El canje de dinero en Cuba

    Una gran amiga y compañera de estudio —y luego colega de trabajo— solía decir: «Inés vive en la cuadra más larga de La Habana»....

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    Flores para Francisco 

    Y ahí estamos todos —feligreses, prensa y curiosos—, a metros de Rivera Indarte. El mismo barrio que vio nacer y crecer a Francisco. Donde se formó en la fe católica. Dentro y fuera del recinto se llora mucho, como se llora la pérdida de un ser querido. La pérdida de un familiar cercano. Ese que iba a comer raviolis a casa los domingos, y te contaba historias.