En la actualidad, los «comités» son una entidad totalmente inútil. Existen muy pocas personas, a nivel de base, que quieran convertirse en dirigentes cederistas. Solo quedan unos cientos o tal vez miles de burócratas y oportunistas que se presentan ante el mundo como parte de la sociedad civil cubana: «defensores de la Patria ante los deseos de Estados Unidos de derrocar al sistema socialista cubano».
Y ahí estamos todos —feligreses, prensa y curiosos—, a metros de Rivera Indarte. El mismo barrio que vio nacer y crecer a Francisco. Donde se formó en la fe católica. Dentro y fuera del recinto se llora mucho, como se llora la pérdida de un ser querido. La pérdida de un familiar cercano. Ese que iba a comer raviolis a casa los domingos, y te contaba historias.