«Mientras que el gobierno cubano persista en definir la “vulnerabilidad” (de pobreza no quieren oír nada) a partir de la indigencia más tremenda o del desamparo/|fragilidad por edad, enfermedad o discapacidad, dejarán fuera una parte sustancial de la pobreza y pobreza extrema», ha dicho el economista Pedro Monreal.
Veintiocho años después de haber sido elegido por primera vez como delegado de su Circunscripción, Rigo lamenta no haber podido solucionar el último de los planteamientos originales.
Cuando la boleta haya caído encima del resto de las boletas que yacen dentro de la urna, los dos pioneritos que el domingo han tenido que levantarse más temprano que de costumbre para vestirse de uniforme escolar, dirán al unísono “votó”, y se llevarán la mano derecha a la frente, en saludo militar.
Tras 12 días, el prisionero político Duannis León Taboada, de 26 años, depuso este martes 29 de julio una huelga de hambre que llegó a titulares internacionales. Según trascendió en la prensa cubana independiente, permanece hospitalizado en la cárcel del Combinado del Este, en las afueras de La Habana.
Pero en Cuba la basura no es la esfera del otro rechazado, sino el espacio común donde todo se descompone. El sujeto, en la indolente degradación del entorno, no tiene tiempo de justificar su pérdida: el hambre, el familiar que emigró, la madre enferma sin medicinas, el hijo perseguido por gritar en la calle durante los apagones, y un largo etcétera.