Daniel Martínez es un fotógrafo cubano que se define dentro de la fotografía conceptual; sin embargo, le vence la pasión fotográfica y nunca sale sin una...
Desde hace algo más de un año, el fotógrafo Camilo Ríos (1999) documenta en película de blanco y negro «la tragicomedia» del Malecón habanero.
El límite...
Pero el fotógrafo no solo documenta algunas huellas del brutalismo en la isla; capta una «poesía brutal» que trasciende estilos arquitectónicos y que parece postularse como denominador común, o como destino, en diversos puntos de la ciudad.
Lo que vemos son formas y texturas altamente estilizadas y enigmáticas. Objetos y paisajes del sueño; nunca irreconocibles del todo, persistentes en su extrañeza esencial.
Si le preguntas a Feal cuáles son los temas de su trabajo, te dice que la noche, la fiesta, y sigue: «Siento que pertenezco a una tradición de cine documental de los sesenta, de esa fotografía avant-garde». Suma estos temas: «Mi generación de artistas, La Habana, la resistencia cultural, lo friki, lo alternativo, ciertos espacios de libertad en Cuba...».
«En ‘Narcisos hay cubanos’, dos personajes son de la Isla Metafórica, pero ellos viven fuera de todo aquello; su realidad, aunque marcada por la hecatombe que ya conocemos, es otra. De cualquier manera, el tema Cuba es difícil desecharlo si naciste allí. Tengo escrita una novela sobre la isla que no ha visto la luz; me propuse que no fuera la primera, ni será la segunda… quizá la tercera si alguna editorial la quiere. Nadie la ha leído aún».
«Creo que lo dijo el gran fotógrafo inglés Don McCullin: “El Tercer Mundo no necesita más fotógrafos”. De ser así, me replanteo esa frase: yo ya tengo mi Tercer Mundo, y es Cuba. Ese es el mundo que más me interesa mostrar, contribuir a que finalmente, y entre todos, mostremos su verdad».