Tema: ideología política

    Raymar Aguado, eterno estudiante y disidente de izquierdas: «El paro fue una victoria total de los universitarios cubanos»

    «Disentir del castrismo desde la izquierda es una postura política de sobrada coherencia».

    Los aranceles y las ideas

    Es la Ilustración, no el «wokismo», la «corrección política» o la «izquierda radical» el verdadero, último adversario del movimiento MAGA.

    Trump, la tentación del mal 

    Evita les dio el voto a las mujeres, hospitales a los descamisados, poder a los sindicatos; Castro les entregó las casas a los inquilinos;...

    Esto no es un país

    «El interés de este proyecto se centra en generar una catarsis, un grito, una queja, una denuncia ante el absurdo y la incertidumbre que abruma a una isla». 

    ‘Fantasía roja’: argumentos hacia una identidad abierta

    ¿Qué hace una referencia a Peter Sloterdijk en un libro sobre Cuba, cuatro páginas después de un comentario sobre Buena Vista Social Club y Pablo Milanés? Todo y nada al mismo tiempo. Sorprende e instiga al lector. Como de pasada y sin imposiciones, ayuda a reordenar las conexiones significativas, ensancha las posibilidades de interpretación. El lector puede aprovecharlo o dejarlo pasar, pero el estímulo está ahí. De la Nuez no le obliga a nada, porque las cuestiones que le interesan no tienen que ver con razonamientos absolutos.

    Entrevista a Ortega y Gasset en el Café Tortoni, Buenos Aires, 1941 (Primera Parte)

    La escena ocurre en el Café Tortoni. Interior iluminado y espacioso, estilo Beaux-Arts, altas columnas relucientes con capiteles de acanto, lámparas y techos de vidrio repujado tipo Tiffany. Mesas redondas cubiertas por manteles blanquísimos, butacas de cuero. Ambos, entrevistador y entrevistado, se acomodan en una mesa, justo debajo del techo en vitral.  

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    Una de las obsesiones del presidente Trump es ser reconocido como un pacificador, es decir, un negociador capaz como nadie de mediar en conflictos a nivel global y de traer una nueva Pax Americana. No es un secreto su obsesión por ganar el premio Nobel de la Paz; especialmente porque cree que le fue entregado a Obama sin merecerlo.