Tema: Música

    Deriva y naufragio de la industria musical cubana

    No hay dudas de que la música cubana está viva: se produce, circula, se escucha. Pero esa vitalidad no basta para hablar de una industria. Lo que existe hoy es un conjunto inestable de prácticas y circuitos de producción informal: dispersos, improvisados, sostenidos por la energía individual y una circulación lateral de recursos. Los artistas crean con lo que tienen, se abren paso como pueden y rara vez logran cobrar a tiempo.

    Wampi, el rey de La Habana

    A sus 22 años acaba de firmar un contrato con la disquera Virgin Music Group, un acuerdo que incluye este fonograma. El álbum no solo contiene reparto, sino que explora otros géneros musicales, como en el primer sencillo «Veni». Además, incluye colaboraciones con grandes nombres de la música cubana como Los Van Van.

    YouTube, el reparto y lo que (no) nos dicen los charts

    Una de las cosas más desorientadoras del presente es la aparente consistencia de los datos. Cuando los gráficos son precisos y las cifras se...

    El «hola y adiós» de Sabina en la Revolución cubana

    Nadie se la censuró, estoy convencido. Joaquín Sabina calló a consciencia. En vez de darnos un espaldarazo de emancipación, nos mostró su escéptica espalda. Allí mismo supimos que nunca olvidaríamos esa ausencia atroz del artista. Y, amándolo como aún lo amamos el sábado pasado en Manhattan, los cubanitos de entonces nos sentimos entrañablemente estafados por él. 

    Bebeshito (no) es el culpable

    En Cuba hay más de mil presos políticos, los hospitales no tienen médicos ni medicinas y el salario mínimo equivale a seis o siete...

    ¿Por qué El Taiger es La Tranka de Cuba?

    «Yo amo mi género, esto es de nosotros y para nosotros, yo vivo esto. Yo primero fui fanático de esto, después me volví alguien que trabajaba en esto y luego me volví la “tranka” de esto».

    Newsletter

    Recibe en tu correo nuestro boletín quincenal.

    Te puede interesar

    Y sin embargo, se oponen… Nuevas fisuras en el Castroverso

    La «revolución de los gigabytes» que muchos esperaban que...

    El gran negociador entra en guerra

    Una de las obsesiones del presidente Trump es ser reconocido como un pacificador, es decir, un negociador capaz como nadie de mediar en conflictos a nivel global y de traer una nueva Pax Americana. No es un secreto su obsesión por ganar el premio Nobel de la Paz; especialmente porque cree que le fue entregado a Obama sin merecerlo.