Desde 2022, a Nancy se le puede encontrar diariamente en un banco del Parque de la Fraternidad, a dos cuadras de donde duerme. Allí se sienta con sus piernas hinchadísimas, como dos inmensas columnas griegas, que le impiden recorrer largas distancias. Allí también solicita la ayuda de quien le pase por delante.
Me dicen que aquel lugar ruinoso de la esquina de 12 y 17, en El Vedado habanero, que antes fue una fonda para miserables y, mucho más atrás, un restaurantillo estatal con relativo éxito, es ahora un lugar limpio y «decente».
I.
Aquejada de infancia
de la ferocidad de los mayores
de la niña de pelo caoba
y sus molares de leche
—la hermana de marras—
hay cosas que no sabré...
Una de las obsesiones del presidente Trump es ser reconocido como un pacificador, es decir, un negociador capaz como nadie de mediar en conflictos a nivel global y de traer una nueva Pax Americana. No es un secreto su obsesión por ganar el premio Nobel de la Paz; especialmente porque cree que le fue entregado a Obama sin merecerlo.