El gobierno cubano admite que han sido insuficientes las medidas adoptadas para salir de la crisis económica. Hasta ahora no hay resultados significativos, afirmó el primer ministro Manuel Marrero Cruz en el IX Pleno del Comité Central del PCC.
El proceso del perdón es irreversiblemente político y, por ello, una fuente de ataques partidistas. El espíritu de reconciliación nacional invocado por Gerald Ford en 1974 ha desaparecido 50 años después.
Traducir el terror no es una tarea fácil, en especial si se trata de evitar la propaganda. No digo traducir como un intento de proselitismo sino de diálogo. Claro que en ambos casos hay un (im)pulso de persuadir. Traducir es dialogar y persuadir. ¿Por qué si no el afán de ir comparando figuras tan distintas y autoritarias como Fidel Castro, Adolf Hitler y Donald Trump?
Aún Donald Trump no ha empezado su segunda Presidencia y ya tiene su primer escándalo: los anuncios de varios acólitos sin experiencia ni calificaciones para altos cargos en su gabinete, y la exigencia de que el Senado se someta a sus demandas y los apruebe obviando el proceso constitucional de advice and consent (consejo y consentimiento).
El retorno triunfante de Donald Trump, y el modo en que cambie el rumbo del país, especialmente si sus aspiraciones autoritarias no pueden ser refrenadas por las instituciones políticas, será ahora el principal legado de un presidente que se creyó excepcional.
Una de las obsesiones del presidente Trump es ser reconocido como un pacificador, es decir, un negociador capaz como nadie de mediar en conflictos a nivel global y de traer una nueva Pax Americana. No es un secreto su obsesión por ganar el premio Nobel de la Paz; especialmente porque cree que le fue entregado a Obama sin merecerlo.