Había un mensaje muy banal de parte de todos los artistas en concierto, y me conmovió ver niños en el público y adolescentes tararear con suma idolatría y desenfreno canciones con contenido sexual y otras inmoralidades...
Una de las obsesiones del presidente Trump es ser reconocido como un pacificador, es decir, un negociador capaz como nadie de mediar en conflictos a nivel global y de traer una nueva Pax Americana. No es un secreto su obsesión por ganar el premio Nobel de la Paz; especialmente porque cree que le fue entregado a Obama sin merecerlo.