En 1994 llegaron los termos de cerveza a granel a Santiago de Cuba, y apenas cinco años después aparecieron los negociantes callejeros fabricando cerveza de botella.
Si la patria de Salietes fuera del tamaño de la distancia que ha recorrido dentro de ella, Cuba sería más grande que Canadá. Salietes dice haber recorrido 10 999 kilómetros, solo por el criterio de corredor de fechas históricas.
La Santa Biblia, un libro hermoso, sabio, con metáforas y parábolas poderosas, que lanza profecías sobre cualquier cosa, que abriga como ninguna otra cosa abriga y que lo ve venir todo, pero que no muestra la más elemental fórmula matemática o ley física que demuestre con pruebas empíricas que tal terremoto será la semana que viene entre las 7 y 10 de la mañana.
Esta semana, Santiago de Cuba es una de noche y otra de día. Con la luz, todo es preparativo, ajetreo, policías moviéndose, carros que pasan con sus altavoces y le alertan al pueblo cómo tienen que vestirse y comportarse cuando la caravana llegue a la ciudad.
«Geográficamente, Cuba es un archipiélago que mira hacia todos los caminos, con un valor extraordinario como “llave” entre el norte y el sur, entre el este y el oeste. Su vocación natural es ser punto de encuentro para que todos los pueblos se reúnan en amistad, como soñó José Martí, “por sobre la lengua de los istmos y la barrera de los mares”».