A más de ocho mil 400 kilómetros de distancia, en una celda del Combinado del Este, tres reos habían sujetado a Luis por la espalda mientras un cuarto le daba puñetazos. Para rematar la golpiza, le abrió el tabique de la nariz de un navajazo.
La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo...
Una de las obsesiones del presidente Trump es ser reconocido como un pacificador, es decir, un negociador capaz como nadie de mediar en conflictos a nivel global y de traer una nueva Pax Americana. No es un secreto su obsesión por ganar el premio Nobel de la Paz; especialmente porque cree que le fue entregado a Obama sin merecerlo.